Cuando uno se enfrenta a una escena de acción tiene que plantearse con cuidado cómo deberá ser esta. Si le da un ritmo demasiado rápido, los lectores pueden no entenderla bien y creer que es un caos. En cambio, si es demasiado lenta puede aburrir y hacer que se deje la lectura. Lo mejor es jugar con el ritmo lento y rápido algo que aunque no es sencillo al principio se va mejorando con la experiencia.
Basándome en mi propia experiencia, estos son los consejos que puedo dar:
- Antes de empezar a escribir la escena imagínatela: Lo mejor para saber cómo va a ser una escena de acción es imaginártela. La primera vez solo reprodúcela en tu mente. En la segunda tiene que empezar a analizar cómo transcurre la acción. ¿Al principio es rápida o lenta?¿Cómo le sigue? ¿Cómo es cada movimiento? Ir poco a poco respondiendo a estas preguntas y siendo más consciente de lo que ocurre en ella. Si por ejemplo, se trata de una escena en la que alguien enciende la mecha de un explosivo que va a matar a una persona, seguramente nos imaginaremos que la persona que va a morir lo estará viendo como si fuese en cámara lenta, apurando los minutos. Pero si se trata de una escena en la que un joven corre para zafarse de alguien que quiere pegarle, seguramente esa escena nos la imaginaremos rápida, en parte por la adrenalina que puede soltar nuestro cuerpo al correr o al imaginarnos corriendo con el protagonista.
- Existen formas de hacer que la acción lenta o rápida. Por ejemplo, cuando queremos que sea lenta utilizaremos el recurso de la descripción para posponer seguir con la siguiente acción. Además, las frases deberán ser largas, aunque no excesivamente. Siguiendo con el ejemplo anterior: El hombre hizo rodar la ruedecilla del mechero que sostenía en la mano haciendo que se escuchase un click, click, click. La llama prendió enseguida, bailando amenazante con sus colores rojos y naranjas. Aunque la víctima no estaba cerca pudo sentir el calor que emanaba la llama. Con un movimiento seguro, el asesino bajo el mechero acercándolo más a la mecha gruesa y marrón de la dinamita. Colgaba boca abajo sin vida hasta que la llama tocó la punta y cobró vida entre chispas amarillas. Al contrario, si lo que queremos es hacer una acción rápida utilizaremos frases cortas con poca descripción. Aquí se trata de utilizar verbos. Ejemplo: Él corrió con todas sus fuerzas. Solo quería escapar de allí y estar a salvo. Alguien le agarró de la manga de la chaqueta pero se zafo de él. Giro a la izquierda tropezando con el bordillo cayendo al suelo. Se había pelado las palmas de las manos pero no le importaba, se levanto y siguió corriendo. Por suerte, era más rápido que los demás porque después de varias calles, ya no oía las voces de los hombres que le querían agredir.
- Practicar, practicar y practicar. Una forma de hacer que nos sea fácil escribir escenas de acción es practicarlas. A través de la experiencia, de juzgarnos a nosotros mismo y comparar nuestros textos al principio y después de unos ejercicios, aprenderemos a sentirnos cómodos con este tipo de narrativa y nos será más fácil jugar con los ritmos.
- Cuando ya tengas experiencia mezcla los ritmos. Muchas veces las acciones, sobretodo si son prolongadas, pueden ser rápidas o lentas en algunas partes. A través del ejercicio de imaginarnos lo que ocurre identificaremos qué partes son rápidas o lentas y una vez identificadas las podremos escribir.
Espero que estos consejos os hayan sido de ayuda. ¡Hasta el próximo post!
Estos consejos me son útiles, ya que nunca he echo una escena de acción, casi todas son románticas. Así que me guardo estos consejos 🙂
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