¡Hola Gatos Negros!
No. No he vuelto. No por lo menos a escribir tan seguido como antes. Eso será algo que retome en septiembre o octubre.Digamos que esto es un paréntesis, tenía ganas de escribir y con este artículo me quito el gusanillo. Y ya de paso os digo lo que os echo de menos. Espero que sigáis ahí a la vuelta.
Bueno, ¿dónde empieza mi historia con la lectura? Exactamente no sé a qué edad comencé a leer. Aunque los libros siempre estuvieron en mi entorno ya que mi hermana y mi madre leían. Me acuerdo de algunos libros de la infancia a los que les tengo mucho cariño. Por ejemplo, Garbancito o «Garbantxo» que en mi caso porque estaba en euskera. También tenía un libro de La sirenita. No de la película original. Sino uno de esos libros que comprabas en un todo a cien. Me encantaba porque además de palabras tenía pictogramas que tenía que adivinar para seguir con la historia.
Sé que esos momentos en los que me acostaba para leer eran los más felices . Aunque no fui consciente de ello hasta que fui mayor. El vínculo de que mi madre me enseñase a leer o estar con mi hermana cada una con un libro concentradas en nuestras historias, son memorias muy valiosas para mí.
Mientras que de pequeña la lectura era un simple entretenimiento, en la adolescencia fue además un método de escape a situaciones difíciles. A su vez, también aprendí muchas lecciones a través de los libros. La amistad, la empatía, las ganas de conocer más de lo que me ofrecía mi pequeño pueblo. Mientras más leía, más me daba la sensación de que yo también me expandía con ellos. Es cierto, que quizás no disfruté de situaciones o experiencias que solo podía haber vivido en la adolescencia. Pero no me arrepiento de ninguna de las palabras, ni las páginas que leí.
Ya de adulta, la lectura sigue trayéndome cosas muy buenas. He conocido a gente maravillosa, he vivido momentos muy buenos, he leído historias que me han hecho pensar y me han ayudado. Me alegra que mi familia me inculcase esta afición de pequeña y del mismo modo que lo hicieron ellos, yo lo intentaré con los demás. Con cualquiera que quiera darle una oportunidad a las historias que está por conocer.
Gracias por leerme, otra vez. Y espero escribir fugazmente estas semanas. Mientras tanto…
¡Hasta el próximo post Gatos Negros!
¡Hola!
Me ha encantado leerte. Para mí, la lectura siempre ha sido, además de muchas otras cosas, el método de escape del que hablas en esta entrada. Yo también espero poder seguir transmitiendo mi afición por la lectura con la gente que me rodea. Me alegro de que te puedas tomar este pequeño tiempo para pensar y descansar, ¡yo estaré ahí para cuando vuelvas!
Un beso fuertote ❤
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