Repasando los tipos de narradores

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¿Qué narrador elijo para mi historia? ¿En qué se diferencian un narrador de otro? A la hora de escribir es muy importante saber qué tipo de narradores hay para así elegir al adecuado para nuestra historia. Cada uno tiene sus características especiales y también sus limitaciones, por lo que tendremos que tener en cuenta ambos a la hora de decidir.

Los tipos de narrador se suelen clasificar dependiendo el punto de vista con el que narren y del lugar que ocupe en el mundo del que esta hablando. De esta forma, los dividiremos según si cuentan el relato en primera, segunda(la menos común) o tercera persona.

Primera persona

El narrador es un personaje que está dentro de la historia. Nos la cuenta desde su punto de vista limitado por lo qué el o ella ve, conoce y siente. Nosotros, al igual que el narrador, conoceremos la información solo si este la experimenta o si se la cuenta otro personaje. Es decir, ninguno de los dos sabemos lo que va a pasar en historia. El narrador en primera persona es capaz de contar el relato añadiendo sus propias opiniones sobre los hechos y los otros personajes, pero no puede relatar los pensamientos o opiniones de los demás personajes a no ser que los conozca.

Tipos de narrador en primera persona:

-Narrador protagonista. Este es el personaje principal del relato y todo lo que ocurra lo conoceremos a través de su punto de vista subjetivo. La historia estará limitada por lo que conoce, lo que hará que no tengamos una visión total de ella. Dos ejemplos de narración de un protagonista son los de Katniss en la saga de Los juegos del hambre y Tris en la saga Divergente.

-Narrador testigo. No se trata del protagonista, sino de otro personaje que está viviendo o participando en la historia. El mejor ejemplo de esto es la del Doctor Watson que cuenta las aventuras de Sherlock Holmes.

Segunda persona

Es el menos utilizado de los tres. Se parece al narrador en primera persona porque narra su propia historia. Lo que los diferencia es que este, buscando complicidad con el lector, utiliza palabras como tú, te, a ti, vosotros, os, etc. para llamar su atención.

Tercera persona

El que narra está fuera de la historia (la mayoría de veces) por lo que no lo vive en sus propias carnes. Esto le da la oportunidad de saber más que el narrador en primera persona porque no esta limitado por su participación en la historia.

Estos son los principales de narradores en tercera persona:

Narrador omnisciente. Es un narrador que lo conoce todo sobre lo que ocurre y trata de ser objetivo en lo que dice del relato. Tiene la habilidad de describir y comentar las actuaciones de los personajes y lo que les va ocurriendo y también pueden contar lo que los personajes sienten, piensan y opinan. Este narrador parece estar en todas partes y saber lo que va a ocurrir, tanto en el presente, como en el futuro.

Narrador testigo: Se trata de alguien que solo narra lo que ve y lo que presencia. Está dentro de la narración pero solo la vive, sin participar en ella. Puede ser impersonal, es decir, que solo describe lo que ve como si fuese una cámara de video. O puede ser presencial, narrando los hechos del pasado que él o ella presenciaron.

Cuando quieras escribir una historia, pregúntate cual de los narradores es quien se amolda mejor a aquello que necesitáis. Si se trata de un relato en el que objetivo sea simplemente contar lo que ocurre en determinado tiempo en un lugar específico podríais utilizar el narrador omnisciente. Si se trata de contar una historia que necesita narrar los sentimientos de sus personajes o del personaje principal, lo mejor será elegir la primera persona protagonista o testigo.

Espero que os haya sido de utilidad y con el tiempo iré ampliando y mejorando la información sobre los narradores para que os sea de más utilidad. ¡Os espero en el siguiente post!

 

Cómo sobrevivir a una crítica y no desmotivarse en el camino.

Cuando enseñas un escrito que has hecho a otra persona, es inevitable que esta opine sobre ella, tanto para bien, como para mal. Es a lo que se arriesga un escritor y tiene que aceptar las consecuencias de esa acción. Puedes tener la suerte de que te digan que está muy bien, que te expliquen que hay que mejorar ciertas cosas o ,si te toca alguien demasiado sincero, puede que opine que lo que has escrito es una auténtica mierda.
En cualquiera de los tres casos tienes que ser receptivo a lo que te digan, sin tomartelo a pecho y nunca dar por cierto las palabras de la otra persona. Y es que al igual que tú, el que te ayude también se puede equivocar, simplemente porque al contrario que el escritor, el lector no tiene todas las fichas del puzzle. Lo mejor es ser cómo un periodista y hacerle preguntas para saber porqué tiene esa opinión. De este modo, entenderemos en qué estamos fallando y cuáles son las razones de ello. Seguramente nos sorprendamos viendo que hay fallos que no habíamos visto, pero que con otra mirada diferente serán sencillos de ver.
Uno de los grandes miedos de los autores es tener una crítica negativa, pues hasta el más experimentado puede poner en tela de juicio sus habilidades y su historia, si alguien le dice que aquello que ha escrito no merece ser leído. En esos momentos, nuestras emociones salen a relucir haciendo que nos sintamos mal, dubitativos y nerviosos, mientras nuestra razón se queda callada en una esquina sin podernos ayudar. Por experiencia sé, que es normal que esto sea así, porque cuando alguien escribe cualquier cosa pone en ese cúmulo de palabras cierta parte de su ser, por lo que si alguien crítica aquello que a escrito, también siente que le está criticando a uno mismo.
Asimismo, sé que es difícil pensar de manera lógica en esos momentos, no sentirse ofendido por lo que ha dicho, pero lo mejor en estos casos no es enfadarse con la otra persona, sino cómo he dicho antes, saber de donde viene esa crítica. De esta forma, sabremos si se trata de una opinión razonada o si se trata de una persona mezquina que lo único que quiere es divertirse jodiendo a quien se haya encontrado más cerca. Si se da el primer caso y te dan respuestas con cierta lógica, es decir, que no te dice que es una mierda porque sí, sino porque ve tal o ve cual, habrá que hacer un ejercicio de autocrítica, poner en entredicho lo que piensas sobre tu historia y ver si realmente tiene razón la persona que te ha leído.
El ejercicio de autocrítica, eso sí tomándolo en serio y sin creer que somos magníficos y que todo lo sabemos, nos dará cierta perspectiva sobre nosotros mismos haciendo que seamos capaces de mejorar gracias a no dar por sentado todo lo que sabemos, de tal manera que no seremos estáticos sino que iremos avanzando. Es un ejercicio difícil que la mayoría de veces no queremos hacer, porque no queremos ponernos en duda a nosotros mismos, ver en qué fallamos y en qué deberíamos mejorar, pero es la mejor forma de avanzar, porque si siempre creemos en lo mismo, siempre estaremos en el mismo lugar y haciendo los mismos escritos.
Por experiencia sé, que todo lo que he escrito antes parece fácil escrito pero en la práctica todo esto cambia. Os confesaré que yo nunca he sido una persona que llevase bien las malas críticas, pero gracias al rapapolvo que me hecho una amiga, me di cuenta de que tenía que cambiar. Ahora intento ser mentalmente más flexible para aprender de las opiniones, en vez de utilizarlas como un tallo de espinas con el cuál hacerme daño. Lo único que espero es que este artículo os sea tan útil para vosotros, como lo ha sido para mí y que nunca dejéis la escritura por la opinión de nadie. Porque por encima de ella, siempre tiene que estar la pasión que sentís al escribir.

Malos hábitos en la escritura

A la hora de escribir cada uno tiene su propio método de hacerlo. A algunos les gusta estar en un lugar silencioso y tranquilo, otros son más de ir a una cafetería y ponerse a escribir, algunos necesitan que no haya ni un mínimo ruido y a otros le gusta ponerse la música a tope y dejar a su imaginación fluir. Aún así y basándose en mi propia opinión, hay un par de hábitos que más que ayudarnos a escribir, nos entorpecen. Estos son un ejemplo de ello:

  • Estar en internet y en las redes sociales: La red es una gran fuente de información que nos puede ayudar gracias a diccionarios de sinónimos y antónimos, páginas sobre gramática, etc. Aún así, la mayoría de veces influyen en nosotros de manera negativa, sobretodo si estamos en Facebook, Twitter u otra red social. En este caso, nuestra actividad se ve interrumpida continuamente haciendo que tengamos que volver a hilar nuestros pensamiento para darle una continuidad lógica a lo que hemos escrito antes. Pasa lo mismo si escribimos con la televisión encendida. Lo mejor en estos casos, sería tener internet pero con las redes sociales cerradas y hacer que el documento donde escribimos llene toda la pantalla para que de esta forma no nos distraigamos con nada más.
  • Música: Al igual que internet, la música es beneficiosa. Gracias a ella, uno puede inspirarse con mayor facilidad. Pero cuando estás más concentrado en cantar internamente la letra de una canción, en vez de en escribir, entonces se convierte en un impedimento. Lo mejor es utilizar un volumen de música medio o bajo, ponerlo en un sonido alto seguramente haga que tus pensamientos se dispersen, cosa que no es recomendable.
  • El lugar y la comodidad: El lugar donde estemos escribiendo también nos ayudará o nos perjudicará y no solo en la escritura, también a nuestro cuerpo. Lo mejor es estar en un lugar que sea cómodo, en el que no estemos en ninguna posición forzada para nuestro cuerpo. Si no es así, nuestra mente no será tan ágil porque una parte de ella se estará enfocando en hacer que esa zona no se tense demasiado y duela.
  • La luz: Tener una buena iluminación es algo importante a la hora de escribir, cuanto más tengas que forzar la mirada, más te costará tener una fluidez de pensamientos. Lo mejor es tener una luz adecuada que te facilite leer lo que escribas. Lo mismo pasa con demasiada luz. Con ambas seguramente acabarás teniendo dolor de cabeza.
  • Demasiadas distracciones: Lo mejor es no tener muchas cosas alrededor cuando estés escribiendo. Cuantas menos cosas con las que distraerte mejor y más fluido será la escritura. Ten lo indispensable. Papel y lápiz, una botella de agua y el ordenador o un diccionario para hacer consultas. Con eso basta para empezar a escribir.

Ahora me gustaría saber si vosotros también tenéis algún mal hábito, sería divertido hacer una especie de lista de cosas que no deberíamos hacer. Yo, por ejemplo, siempre estoy escribiendo en lugares incomodos y con la televisión encendida. Espero que respondáis, mientras ¡os espero con el siguiente post!

Escribiendo diálogos de manera adecuada

A veces puede ocurrir que estamos en medio de un diálogo y nos entra la duda de si lo estamos escribiendo bien. ¿Después de la raya del dialogo se escribe seguido la palabra o hay que dejarle un espacio? ¿En los incisos hay que comenzar en mayúscula? ¿Y cómo lo acabamos? ¿Cuándo ponemos los incisos? ¿Qué ponemos además del verbo decir para los incisos? En este post resolveré estas dudas.

¿Después de la raya del diálogo se escribe seguido la palabra o hay que dejarle un espacio?

Cuando pongas una raya que dé comienzo a algo que se ha dicho la palabra tendrá que ir justo pegada a él y no separada por un espacio

-No sé. Sé enfadó ayer y creo que todavía sigue un poco mosqueado.

¿En los incisos hay que comenzar en mayúscula?

No, si se trata de un inciso donde aparecen verbos como decir, explicar, etc. En esos incisos siempre utilizaremos la minúscula, da igual que antes de hacer el inciso hubiese un punto, una pregunta o cualquier signo de puntuación que nos diga que se ha acabado la frase.

-¡Mamá, compra lo que te dije! -gritó ella desde el cuarto-. ¡Qué no se te olvide!

En cambio, si se trata de un inciso para explicar algo, sí que se pondrá en mayúscula.

-No quiero que me vuelvas a hablar del accidente.-tiró los artículos que Alex había recortado.-Eso es agua pasada.

¿Cómo acabamos los incisos?

Según como continuemos el inciso, habrá dos formas de acabarlo.

Si el parlamento acaba con el dialogo: Si no hay nada más después del inciso entonces lo acabaremos de manera normal, con un punto, tres puntos suspensivos, etc.

-No me hagas reír. -dijo Sofia amargamente.

Si el parlamento sigue: Si el personaje sigue hablando el inciso acabará con una raya que estará pegado a la última letra de la palabra y justo después se le añadirá un punto.

-El sábado pensé en ir al cine.-le explicó Victor a su amigo-. Pero luego me acorde de que los miércoles y los jueves es mucho más barato, así que iré alguno de esos días. ¿Quieres venir?

¿Cuándo ponemos los incisos?

Esto es algo subjetivo. Una persona puede ponerlo en un momento del diálogo y otra en cambió lo pondría en otro lugar. Yo normalmente lo hago cuando necesito decir algo que de otra forma no podría escribir. Si, mientras está hablando al personaje le cambia la cara, conversa gritando o se fija en otra cosa, por ejemplo, sí veo necesario utilizar el inciso. Lo que recomiendo es utilizarlo solo cuando se vea necesario, pues si lo utilizas mucho, el ritmo del escrito se vuelve lenta y una de las funciones del dialogo es dar ritmo a la narración.

-¡No me gustas! -exclamó el detective Bullock acercándose a ella para demostrar su superioridad.

-Si mi objetivo fuese gustarte, sería prostituta, no agente de policía. -añadió ella dando un paso hacia él para enseñarle que no le tenía miedo.

-¿No deberíamos separarlos detective Gordon?

-Déjalos Nygma, son solo dos gallos en un mismo corral.

¿Qué ponemos además del verbo decir para los incisos?

Muchas veces nos ocurre que la única palabra que se nos ocurre para poner después del inciso es el verbo decir, a continuación os dejo una lista de otros verbos que se pueden utilizar.

Expresar, afirmar, pronunciar, razonar, manifestar, explicar, declarar, contar, detallar, informar, alegar, enunciar, precisar, observar, señalar, preguntar, interrogar, exclamar, suplicar, tartamudear.

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Antes de comenzar el inciso, dejaremos un espacio entre la última palabra de lo que ha dicho el personaje y la raya. A su vez, haremos lo mismo después de la raya y punto del inciso. Después de ponerlo dejaremos otro espacio.

-Ya me han llegado los resultados. -dijo Laura abriendo nerviosa la carta-. Gracias a dios. No tengo hepatitis C.

Espero que este post os haya resultado útil. ¡Os espero el próximo miércoles!

Fuente: http://lema.rae.es/dpd/srv/search?id=kyRrDVgsOD6Xup8Dpt

Las voces en los diálogos: la importancia de una propia voz

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Cuando uno tiene que crear una conversación puede encontrarse con que no sabe muy bien cómo representar de manera digna a los personajes que hablan. Por mi propia experiencia, muchas veces me ha pasado que  escribo un diálogo entre dos personajes y me doy cuenta de que a uno de ellos o a ambos les cambio la forma de hablar continuamente. Si te ocurre esto, hay varias cosas en las que habrás fallado:

  • Darle a cada personaje su propia voz: Aunque no nos damos cuenta, cada uno tiene un ritmo diferente al hablar y se expresa con un vocabulario, entre otras cosas. Seguramente, si transcribiésemos una conversación que tuvimos hace tiempo con algunos amigos sin saber quién ha dicho qué, podríamos no solo identificar qué hemos dicho nosotros, sino que también lo que han dicho cada uno de los compañeros (aunque esto sería más difícil). Por eso, es necesario darle a cada personaje, una forma de expresarse para que cuando no se diga que lo ha dicho él o ella, aún así lo sepamos.
  • Hacer que el lector conozca mejor a los personajes: La forma en que uno dice algo nos da una información que es importante. Si alguien habla con palabras cultas, sabremos que tiene estudios. Si se traba al hablar, será que está nervioso. Si lo hace de forma fría, en cambio, se tratará una persona que no le importe de qué se está hablando, mientras que si tiene un discurso acalorado, sabremos que ese tema la importa. De esta forma, cuando nos pongamos a escribir lo que va a decir tal o cual persona, antes tendremos que pensar en sus características y en si estás influyen en su hablar.
  • Tener un escrito con un buen ritmo: Uno de los objetivos del diálogo es dar ritmo a un relato cuando previamente  has hecho unos párrafos densos, ya sea explicativos, descriptivos o de otro tipo. El diálogo da ligereza y esta se puede ver afectado si la conversación es caótica. El lector deberá leer más de una vez el texto para entenderlo y eso es algo que tenemos que evitar porque la lectura es algo lineal y el lector no debe volver hacia atrás. Si por el contrario la hacemos bien, conseguiremos el desahogo de tensión que necesita el lector y este seguirá leyendo.

Para no cometer estos fallos, lo que suelo hacer y aconsejar es que antes de iniciar la escritura, se piense en cómo hablaría el personaje y se haga una ficha para que no se nos olvide. Esa ficha estará siempre a nuestro lado cuando hagamos los diálogos de ese personaje y lo leeremos para acordarnos de cómo lo tenemos que hacer. A su vez, antes de ponernos con la historia, haremos un diálogo de ese personaje con otro para ir asimilando cómo habla y se nos haga más fácil hacerlo. Por ejemplo, puedes poner la descripción de cómo habla el personaje en un lado y en el otro, cuando ya tengas lista el diálogo de prueba, puedes copiarlo. Así, tendrás un ejemplo de cómo hacerlo.

Hasta aquí llega mi post de hoy. Solo agradeceros el que me hayáis leído y me hayáis comentado, pues es un gran apoyo que hace que sea mucho más sencillo seguir con este proyecto. Un proyecto que me ha ayudado a no dejar de escribir y a mejorar. Os deseo un feliz 2015 a todos y que estemos juntos otro año más.

Mejorando los diálogos: Lenguaje verbal y no verbal.

Diálogos
En mi opinión, una de las partes más interesantes de un relato son los diálogos. Además de darnos información a través de una conversación, somos capaces de saber más sobre los personajes por lo que dicen, cómo lo dicen o según si reaccionan de una forma u otra. Por eso, creo que hay que cuidar con mimo esta parte de las historias, tomarnos nuestro tiempo para meditar qué vamos a escribir. Esta es la razón de hacer esta sección, donde iré hablando y dando consejos sobre cómo hacer un correcto diálogo o cómo mejorarlo.
Lenguaje verbal y no verbal
A la hora de escribir una conversación hay que tener en cuenta que se dan dos tipos de informaciones: información directa (lo que dicen los personajes) y la información indirecta (los silencios, los gestos, las reacciones, etc). Cuando escribimos un diálogo no tenemos que olvidarnos de la segunda parte pues enriquecerá el contenido de nuestro relato.
Solo con diálogo.
-Me gustaría que me contases algo de ti. Si no te importa claro.
-No sabría qué decirte.
-Pues no sé… ¿Por qué te interesa tanto la foto que tengo en la mesilla?
-¿Cómo?
-He visto que la miras mucho. Es algo curioso.
-Me recuerda mucho a mi padre. A él le encantaba la jardinería.
-Ah, ¿sí?
-Sí. Todos los sábados a la tarde íbamos a un parque cercano a identificar las flores que había allí. Yo siempre iba de un lado para otro preguntando qué flor era aquella o la otra. Mi padre me decía el nombre de todas y siempre me regañaba si pisaba o arrancaba una.
-Mi madre también se enfadaba cuando Ludwig y yo maltratábamos sus flores. Si rompíamos algo o pisábamos una flor nos castigaba a ayudarla con el rosal. Me acuerdo que Ludwig se echaba a llorar cuando le tocaba ayudarla. Decía que los tallos pinchaban y le hacían daño.
Como veis, tenemos la interacción entre dos personajes: una mujer y un hombre. El segundo está interesado por la primera. Él le pregunta por una fotografía y ella le contesta que le recuerda a su infancia. Entonces ambos empiezan a hablar de su niñez.
Diálogo con algo de información
-Me gustaría que me contases algo de ti. Si no te importa claro.
-No sabría qué decirte.-le confesó Audrey
-Pues no sé…-añadió Niklaus dubitativo.- ¿Por qué te interesa tanto la foto que tengo en la mesilla?
-¿Cómo?-dijo sorprendida ante la pregunta.
-He visto que la miras mucho. Es algo curioso.
-Me recuerda mucho a mi padre. A él le encantaba la jardinería.
-Ah, ¿sí?-expresó con interés.
-Sí. Todos los sábados a la tarde íbamos a un parque cercano a identificar las flores que había allí. Yo siempre iba de un lado para otro preguntando qué flor era aquella o la otra. Mi padre me decía el nombre de todas y siempre me regañaba si pisaba o arrancaba una.
-Mi madre también se enfadaba cuando Ludwig y yo maltratábamos sus flores.-comentó el joven.- Si rompíamos algo o pisábamos una flor nos castigaba a ayudarla con el rosal. Me acuerdo que Ludwig se echaba a llorar cuando le tocaba ayudarla. Decía que los tallos pinchaban y que le hacían daño.
En este diálogo, hay más información que el lector puede interpretar. Al principio, se nota que ambos no se encuentran del todo cómodos. También vemos que Niklaus tiene mucho interés en saber el por qué de que Audrey se fije en la fotografía.
Diálogo más desarrollado
-Me gustaría que me contases algo de ti.-dijo Niklaus sentándose más cerca de Audrey.- Si no te importa claro
Él la miraba con interés, mientras ella rehusaba mirarle directamente. Se notaba que estaba incomoda por la postura de su cuerpo
-No sabría qué decirte.-le confesó Audrey con una voz casi imperceptible.
-Pues no sé…-añadió Niklaus dubitativo. Pero entonces se dio cuenta. Los ojos de Audrey se fijaron durante un momento en la fotografía de él, su hermano y su madre en el jardín de su casa.- ¿Por qué te interesa tanto la foto que tengo en la mesilla?
-¿Cómo?-dijo la chica, esta vez mirando a los ojos. Estaba visiblemente sorprendida por la pregunta.
-He visto que la miras mucho.
Niklaus se levantó, cogió el marco de plata y lo acarició el espejo con añoranza. En él tres personas sonreían a la cámara con felicidad.
-Es algo curioso.-dijo tendiéndole el objeto.
Audrey dudó en cogerlo, pero no pudo resistir la tentación de hacerlo.
-Me recuerda mucho a mi padre.-habló más para ella que para Niklaus.- A él le encantaba la jardinería.
-Ah, ¿sí?-expresó él con interés.
-Sí. Todos los sábados a la tarde íbamos a un parque cercano a identificar las flores que había allí. Yo siempre iba de un lado para otro preguntando qué flor era aquella o la otra. -explicó Audrey con una tímida sonrisa en la cara. Sus ojos se iluminaban mientras hablaba sobre su progenitor.-Mi padre me decía el nombre de todas y siempre me regañaba si pisaba o arrancaba una.
-Mi madre también se enfadaba cuando Ludwig y yo maltratábamos sus flores.-comentó el joven. Al igual que la noche anterior, cuando estaba dormido. Sintió la complicidad que había entre ambos.- Si rompíamos algo o pisábamos una flor nos castigaba a ayudarla con el rosal. Me acuerdo que Ludwig se echaba a llorar cuando le tocaba ayudarla. Decía que los tallos pinchaban y que le hacían daño.
Lo mejor es hacer diálogos parecidos al anterior, intercalando diálogos y pequeños párrafos. Dando datos sobre los gestos, las reacciones que tienen ambos. Así, sabemos que Niklaus es muy perceptivo porque se da cuenta de que Audrey se fija en la foto. Asimismo, somos conscientes de la reacción de Audrey al ver la foto y cómo se siente al recordar a su padre. Y sobretodo, sabemos que existe una conexión entre ambos protagonistas, que además se ha dado antes del diálogo.
Espero que os haya resultado útil. Más adelante volveré con otro post sobre diálogos. ¡Hasta la próxima semana!

Cosas que podemos hacer mientras estamos bloqueados (y queremos seguir escribiendo)

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Encontrado en buzzfeed.com

 

Muchas veces os habrá ocurrido que os queréis poner a escribir pero a la hora de hacerlo no os sale ninguna idea o si lo hace no es lo suficientemente satisfactorio como para que queráis seguir. Estos suele ser  algo frustrante y para que lo sea algo menos os voy a poner a continuación varias cosas que podéis hacer para sentir que por lo menos estáis haciendo algo con ese tiempo.

  • Coge una serie o película y haz su transcripción:  Es una forma interesante de ir escribiendo ya que no tendremos que inventarnos nada, solo tendremos que poner lo que está ocurriendo de manera escrita. Esta es una forma interesante de practicar la escritura ya que a la vez nos puede servir para darnos cuenta de otras cosas, como por ejemplo, de que ritmo tiene la película, cuando va a necesitar descripciones y cuando no, nos fijaremos en los gestos de la gente que habla y en el sentido del diálogo.
  • Utiliza una historia que te guste y cámbiale el narrador: De esta manera, aprenderemos a manejar los distintos narradores que se pueden encontrar en la escritura. Incluso podemos utilizar una parte pequeña de una historia e ir cambiando el narrador escribiendo desde la perspectiva de un personaje y luego desde la visión del otro personaje implicado en la historia.
  • Escribir sobre una experiencia propia: El argumento estará creado, por lo que solo hay que escribirlo. Incluso nos puede servir como algo terapéutico si la razón de no poder escribir se debe a algo que nos ha ocurrido. Así, nos desharemos de ese obstáculo que tenemos y al liberarnos seremos capaces de escribir sobre cualquier cosa.
  • Haz un videoclip de una canción que te gusta o inventa una historia alrededor de ella: Aquí tendremos que utilizar nuestra imaginación para escribir, pero os aseguro que es muy divertido hacerlo pues seguramente te darás cuenta de las buenas ideas o las ideas locas (a veces serán lo mismo) que puedes tener y tendrás el aliciente de estar escuchando algo que te gusta y seguramente te generé una reacción positiva.
  • Elige una fotografía y haz un relato en torno a ella: Al igual que la música esto nos ayudará a activar nuestra imaginación. Aquí partiremos con que la foto nos dice algo: puede ser por ejemplo una niña paseando o un hombre que rema en una barca de un estanque. Tomando esto cómo punto de referencia desarrollaremos un relato corto o largo.

Espero que os hayan gustado mis consejos, yo os animo a probarlos y a daros cuenta de lo divertido que puede ser utilizarlos en momento de bloqueo. ¡Hasta el próximo post!

Cómo hacer escenas de acción (sin morir en el intento)

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Cuando uno se enfrenta a una escena de acción tiene que plantearse con cuidado cómo deberá ser esta. Si le da un ritmo demasiado rápido, los lectores pueden no entenderla bien y creer que es un caos. En cambio, si es demasiado lenta puede aburrir y hacer que se deje la lectura. Lo mejor es jugar con el ritmo lento y rápido algo que aunque no es sencillo al principio se va mejorando con la experiencia.

Basándome en mi propia experiencia, estos son los consejos que puedo dar:

  • Antes de empezar a escribir la escena imagínatela: Lo mejor para saber cómo va a ser una escena de acción es imaginártela. La primera vez solo reprodúcela en tu mente. En la segunda tiene que empezar a analizar cómo transcurre la acción. ¿Al principio es rápida o lenta?¿Cómo le sigue? ¿Cómo es cada movimiento? Ir poco a poco respondiendo a estas preguntas y siendo más consciente de lo que ocurre en ella. Si por ejemplo, se trata de una escena en la que alguien enciende la mecha de un explosivo que va a matar a una persona, seguramente nos imaginaremos que la persona que va a morir lo estará viendo como si fuese en cámara lenta, apurando los minutos. Pero si se trata de una escena en la que un joven corre para zafarse de alguien que quiere pegarle, seguramente esa escena nos la imaginaremos rápida, en parte por la adrenalina que puede soltar nuestro cuerpo al correr o al imaginarnos corriendo con el protagonista.
  • Existen formas de hacer que la acción lenta o rápida. Por ejemplo, cuando queremos que sea lenta utilizaremos el recurso de la descripción para posponer seguir con la siguiente acción. Además, las frases deberán ser largas, aunque no excesivamente. Siguiendo con el ejemplo anterior: El hombre hizo rodar la ruedecilla del mechero que sostenía en la mano haciendo que se escuchase un click, click, click. La llama prendió enseguida, bailando amenazante con sus colores rojos y naranjas. Aunque la víctima no estaba cerca pudo sentir el calor que emanaba la llama. Con un movimiento seguro, el asesino bajo el mechero acercándolo más a la mecha gruesa y marrón de la dinamita. Colgaba boca abajo sin vida hasta que la llama tocó la punta y cobró vida entre chispas amarillas. Al contrario, si lo que queremos es hacer una acción rápida utilizaremos frases cortas con poca descripción. Aquí se trata de utilizar verbos. Ejemplo: Él corrió con todas sus fuerzas. Solo quería escapar de allí y estar a salvo. Alguien le agarró de la manga de la chaqueta pero se zafo de él. Giro a la izquierda tropezando con el bordillo cayendo al suelo. Se había pelado las palmas de las manos pero no le importaba, se levanto y siguió corriendo. Por suerte, era más rápido que los demás porque después de varias calles, ya no oía las voces de los hombres que le querían agredir.
  • Practicar, practicar y practicar. Una forma de hacer que nos sea fácil escribir escenas de acción es practicarlas. A través de la experiencia, de juzgarnos a nosotros mismo y comparar nuestros textos al principio y después de unos ejercicios, aprenderemos a sentirnos cómodos con este tipo de narrativa y nos será más fácil jugar con los ritmos.
  • Cuando ya tengas experiencia mezcla los ritmos. Muchas veces las acciones, sobretodo si son prolongadas, pueden ser rápidas o lentas en algunas partes. A través del ejercicio de imaginarnos lo que ocurre identificaremos qué partes son rápidas o lentas y una vez identificadas las podremos escribir.

Espero que estos consejos os hayan sido de ayuda. ¡Hasta el próximo post!

Cómo conseguir un buen primer capítulo

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A la hora de escribir un relato, el inicio de esta puede ayudar a que sigan leyendo o al contrario, ser un obstáculo por el que dejar la lectura. Por eso, hay que pararse un momento y pensar en la mejor manera de comenzar la andadura por nuestra historia.

Lo primero que tenemos que hacer es saber qué elementos tenemos en nuestra ficción. Por ejemplo, vamos a hacer un relato sobre un policía que investiga el asesinato de una mujer que había desaparecido hace más de 10 años siendo adolescente y que cuando muere sigue teniendo el aspecto que tenía cuando la vieron por última vez. Los elementos que tenemos aquí son: un policía, un asesino, una víctima, el asesinato, los personajes involucrados y el misterio que gira en torno de la muerte y la intriga de que la chica no haya envejecido nada en esos años.

Asimismo, lo mejor que uno puede hacer en el primer capítulo es crear cierta intriga que haga que el lector quiera avanzar la historia. Por ello, sabiendo los aspectos que tenemos, pensaremos en la mejor forma de aprovecharlos. Por ejemplo, podemos empezar en la oficina del forense con los padres de la chica mirando el cuerpo de su hija, sin creerse lo que están viendo. Le pasan al policía la última foto que se hizo la chica el día que desapareció y el forense le confirma que llevaba la misma ropa puesta. Además de eso, la chica tiene un extraño símbolo en el cuerpo. Esto hará que el lector se pregunte cómo es que la chica y su ropa no han envejecido, además de qué quiera saber que es el extraño símbolo del que hablan.

Otro de los aspectos que hay que tener en cuenta con el primer capítulo, es que no hay que contar demasiado de la historia. Si decimos mucho, el lector puede hacer sus propias conclusiones y llegará al final de la historia antes de lo que nosotros queremos. Tenemos que darles la información con cuentagotas, aunque es verdad que la primera gota (el primer capítulo) tiene que ser la más jugosa para hacer que siga leyendo.

A su vez, también podemos utilizar el inicio de la historia para dar a conocer al protagonista. Esto tiene su parte buena y mala. Si hacemos un personaje interesante y que caiga bien, como por ejemplo pasa con Kvothe del la Saga de las Crónicas del asesino de reyes, el lector tendrá más ganas de saber de él y querrá seguir leyendo. Pero si haces un personaje que sea insoportable para el lector, no querrá seguir leyendo para no tener que soportarlo. Por eso, el recurso de utilizar el primer capítulo para presentar al personaje no es tan recomendable y en mi opinión, solo se debería utilizar si uno está 100% seguro que su personaje es carismático y caerá bien. Para asegurarse de esto, lo mejor es que varias personas lo lean y te digan qué les parece.

Si consigues utilizar bien los aspectos de los que he hablado, será sencillo que hagas un buen primer capítulo que ayude a tu historia. Si se os ocurre algún otro consejo, os animo a que lo pongáis en los comentarios y así podamos ayudarnos mutuamente a conseguir una mejor historia. ¡Hasta el próxima post!

Consejos para escribir un relato: Descripciones.

1277872-m A la hora de escribir un relato, es necesario incluir descripciones que faciliten que el lector pueda imaginar las escenas y los personajes. Darles pistas para poder contextualizar y conocer de manera más amplia el mundo que construimos en cada historia. No es necesario utilizar las descripciones todo el tiempo y a su vez, tampoco es recomendable no poner ninguna. A continuación,os pondré en qué casos veo yo que es recomendable usar este recurso. -Paisajes: El entorno donde se desarrolle la acción es muy importante para cualquier relato, por eso si es la primera vez que estemos en él, hablemos de cómo es. Si no sabemos donde están y cómo son, no sabremos porque se comportan de tal o cual forma los personajes. Por ejemplo, sabemos que Inés está tocando el violín, pero no conocemos donde lo hace. Puede que lo esté tocando en un auditorio de una pequeña localidad o en uno de esos escenarios gigantescos de ciudad. En el primero, quizás Inés todavía no ha conseguido su sueño de ser una gran violinista de una famosa orquesta, mientras que en el segundo parece que su sueño se ha hecho realidad. De esta forma, podemos ver cuanto cambia la historia según el lugar. Lo mejor a la hora de narrar paisajes es mejor describir lo que hay y cómo se siente estando en él. Siguiendo con Inés y su actuación en el gran auditorio, podemos escribir sobre la amplitud del lugar, como todo está muy cuidado y preparado para ese tipo de actuaciones. Es un lugar que destila profesionalidad y elegancia, cosa que en un escenario de una pequeña localidad no se podría sentir igual. Para mi gusto, lo mejor es hablar de aquellos aspectos que pueden ser interesantes y quizás también importantes para la historia. No hace falta hablar de que los baños tienen una grifería chapada en oro, pero sí de la buena acústica que tiene el lugar, que hace que Inés se sienta sumida en un trance mientras toca. -Personajes: Nuestra percepción cambia según cómo sea el o los personajes que estén: mujer o hombre, joven o viejo, guapo o feo, con alguna malformación o alguna enfermedad, vestido con ropa forma o informal, con piercing o tatuajes o sin ellos… por eso es mejor describirlos la primera vez que se vean implicados en la historia. Según lo que queramos, el personaje cambiará siendo una cosa u otra. Si la escena va sobre un chico que se encuentra con un problema y le pida ayuda a su profesor, será lógico que el chico sea alguien joven con una piel llena de granos e imperfecciones y un look moderno de vaqueros y una camiseta, mientras que el profesor será alguien curtido por los años, con arrugas que delatan las preocupaciones que ha tenido a lo largo de los años y un viejo pantalón de un material que ya no se usa pero que es resistente, porque quiera algo que use durante mucho tiempo. Como veis, estás descripciones nos dan información sobre la personalidad de cada personaje, haciendo que no sea necesario tener que decirlo todo claramente, sino dejando que el lector intuya algunas cosas. -Personalidad/Sentimientos: Aunque hay que dejar que el lector descubra ciertas cosas, también tendremos que señalar como son o se sienten los personajes en un momento. Además de decir en un párrafo que Inés está entusiasmada por poder estar en el lugar de sus sueños, es interesante utilizar también este recurso cuando hay una conversación, aunque es mejor utilizar descripciones cortas. Por ejemplo: A) -¿Por qué no lo entiendes?-dijo ella agarrándole fuertemente por la muñeca. -No hay nada que necesite entender.-contestó él con sequedad, tirando de su muñeca y haciendo que a ella se le empeñasen más los ojos. B) -¿Por qué no lo entiendes?-dijo ella mientras le miraba con los brazos cruzados. -No hay nada que necesite entender.-contestó él con frialdad, sabiendo que aquellas palabras tampoco le dañarían. A) Ella: Se intuye que tiene miedo de que él se vaya de allí y no entienda por qué lo hizo. Él: Se ve harto por la situación y de ella. Solo quiere alejarse. B) Ella: Se ve que está enfadada y a la defensiva por los brazos cruzados. Él: Está enfadado y sabe que ella no le importa cómo esté él. Como veis, añadiendo la descripción de la situación, hemos sido capaz de dar a la gente más información sobre la situación y los sentimientos de los personajes, algo muy importante para conseguir un relato más completo y realista. En el caso de las discreciones de personalidad y sentimientos, uno no tiene porque estar continuamente hablando de ellos porque puede resultar algo cansino y monótono. Es como ese amigo que todo el mundo tiene y que siempre que estás con él o ella siempre se está quejando. Está bien escucharlo la primera media hora, pero después ya cansa. En conclusión, cuando describas algo o a alguien piensa durante unos segundos porque deberías hacerlo. Si lo ves necesario, hazlo y si no, es cuestión tuya ponerla o no. En mi caso, no me suele gustar que un libro tenga demasiada descripción porque acabo por distraerme, por lo que mis historias no suelen tener mucho de este recurso.