Cuando enseñas un escrito que has hecho a otra persona, es inevitable que esta opine sobre ella, tanto para bien, como para mal. Es a lo que se arriesga un escritor y tiene que aceptar las consecuencias de esa acción. Puedes tener la suerte de que te digan que está muy bien, que te expliquen que hay que mejorar ciertas cosas o ,si te toca alguien demasiado sincero, puede que opine que lo que has escrito es una auténtica mierda.
En cualquiera de los tres casos tienes que ser receptivo a lo que te digan, sin tomartelo a pecho y nunca dar por cierto las palabras de la otra persona. Y es que al igual que tú, el que te ayude también se puede equivocar, simplemente porque al contrario que el escritor, el lector no tiene todas las fichas del puzzle. Lo mejor es ser cómo un periodista y hacerle preguntas para saber porqué tiene esa opinión. De este modo, entenderemos en qué estamos fallando y cuáles son las razones de ello. Seguramente nos sorprendamos viendo que hay fallos que no habíamos visto, pero que con otra mirada diferente serán sencillos de ver.
Uno de los grandes miedos de los autores es tener una crítica negativa, pues hasta el más experimentado puede poner en tela de juicio sus habilidades y su historia, si alguien le dice que aquello que ha escrito no merece ser leído. En esos momentos, nuestras emociones salen a relucir haciendo que nos sintamos mal, dubitativos y nerviosos, mientras nuestra razón se queda callada en una esquina sin podernos ayudar. Por experiencia sé, que es normal que esto sea así, porque cuando alguien escribe cualquier cosa pone en ese cúmulo de palabras cierta parte de su ser, por lo que si alguien crítica aquello que a escrito, también siente que le está criticando a uno mismo.
Asimismo, sé que es difícil pensar de manera lógica en esos momentos, no sentirse ofendido por lo que ha dicho, pero lo mejor en estos casos no es enfadarse con la otra persona, sino cómo he dicho antes, saber de donde viene esa crítica. De esta forma, sabremos si se trata de una opinión razonada o si se trata de una persona mezquina que lo único que quiere es divertirse jodiendo a quien se haya encontrado más cerca. Si se da el primer caso y te dan respuestas con cierta lógica, es decir, que no te dice que es una mierda porque sí, sino porque ve tal o ve cual, habrá que hacer un ejercicio de autocrítica, poner en entredicho lo que piensas sobre tu historia y ver si realmente tiene razón la persona que te ha leído.
El ejercicio de autocrítica, eso sí tomándolo en serio y sin creer que somos magníficos y que todo lo sabemos, nos dará cierta perspectiva sobre nosotros mismos haciendo que seamos capaces de mejorar gracias a no dar por sentado todo lo que sabemos, de tal manera que no seremos estáticos sino que iremos avanzando. Es un ejercicio difícil que la mayoría de veces no queremos hacer, porque no queremos ponernos en duda a nosotros mismos, ver en qué fallamos y en qué deberíamos mejorar, pero es la mejor forma de avanzar, porque si siempre creemos en lo mismo, siempre estaremos en el mismo lugar y haciendo los mismos escritos.
Por experiencia sé, que todo lo que he escrito antes parece fácil escrito pero en la práctica todo esto cambia. Os confesaré que yo nunca he sido una persona que llevase bien las malas críticas, pero gracias al rapapolvo que me hecho una amiga, me di cuenta de que tenía que cambiar. Ahora intento ser mentalmente más flexible para aprender de las opiniones, en vez de utilizarlas como un tallo de espinas con el cuál hacerme daño. Lo único que espero es que este artículo os sea tan útil para vosotros, como lo ha sido para mí y que nunca dejéis la escritura por la opinión de nadie. Porque por encima de ella, siempre tiene que estar la pasión que sentís al escribir.
Yo tampoco llevo bien las malas críticas, sobre todo las hirientes. Pero de eso una aprende y se tiene que ver el lado positivo de las cosas
Me gustaMe gusta
Sí, si no cada vez que nos dijeran algo se nos caería el mundo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Está claro que siempre estamos expuestos a críticas ajenas. Sea un escrito, un dibujo, o incluso cómo vamos vestidos. Y es inevitable que en ocasiones nos moleste o incluso nos duela. Pero tenemos que pensar que sólo es un punto de vista y que deberiamos verle el lado positivo porque puede que nos enseñe algo más que quizas no veamos. O también puede que no tenga razón. Es bueno escuchar todo y luego decidir si te sirve o no. En cualquier caso no debemos dejar que nos afecte. Al fin y al cabo los peores críticos sonos nosotros misnos.
Me gustaMe gusta
Eso es Noriwan. Lo mejor que podemos hacer con una critica es intenrta aprender de ella si merece la pena y si no olvidarse de ellas porque sino no hacen mas que ocupar espacio en nuestra mente. Y te doy la razón en lo de que nosotros somos nuestros peores críticos.
Me gustaMe gusta
Hola, genial el blog, te concedi el premio Dardos, Visita mi entrada para ver de que se trata: http://theworldoftheduky.blogspot.com.es/2015/02/premio-dardos.html enhorabuena
Me gustaMe gusta
Hola Sandra! Muchas gracias por la nominación. Desgraciadamente fui nominada hace unas pocas semanas, así que no puedo aceptar un premio que ya tengo. Aún así quiero agradecerte tener el detalle de haberme nominado, me gustaría hablar contigo para hacer algo así que me pondré en contacto contigo a través del email. Gracias otra vez.
Me gustaMe gusta